...adagio...

Cerré los ojos y deje que tocases mi alma, esa misma que esta hecha jirones de tanto dar, de tanta entrega, devuelta en retales, de sedas, de rasos y gasas vaporosas que vestían mis tardes.

Ausencia de tí, tu calor se desparrama en mi esencia. Oquedades que se inundan con la sal de tu olvido. Mis lágrimas suspendidas, en estas pupilas que no iluminan mi oscuridad. Delirios desencajando a la razón, dejando astillas que traspasan la piel. Adherido el dolor a mis labios, hastiados de pronunciar tu nombre, resquebrajados de las ansías de besos que no fueron dados.Lluvia de emociones que empapa mi cuerpo tembloroso, agonía de sentir tu aliento, de morir entre tus dedos, dejar que mi sangre fluya, ser vertiente que desemboca, vuelve la daga de tu letanía.

Caigo en espiral, en este precipicio que lleva a tu mar. Olas que mecen con un atormentado vaivén mi fragilidad. Rota, en pedazos, no soy más que sombra del fantasma que acompaña tus pasos. Resquicios que golpean con fuerza mi andar, sucumbir a tu recuerdo, nadar en el desasosiego del baile de sombras. A mis tobillos, anclados los despojos de quién vaga en las noches, lastre que encadena mi desvelo...